miércoles

El futuro es ahora.

EDITADO EL 7 DE NOVIEMBRE: Gracias al comentario de Marcos, corrijo alguna cosilla y ya de paso coloco una tilde que se me había extraviado en un pronombre.

A continuación un texto que he escrito para la asignatura "Habilidades de comunicación oral y escrita". La experiencia me ha enseñado que cuantas más copias se tenga de todo tu trabajo, mejor. Así que... ¿qué mejor copia que una abierta al público dentro de mi blog personal?

Espero que lo disfrutéis.


EL FUTURO ES AHORA


(Autor: Pedro P.V.)
Dentro del armario, está oscuro. No se ve nada. Pero puede oír amortiguado el alboroto. Y se contagia un poco de él, como todos los días. Risas, voces, ¡gritos!, canciones... Ese incesante zumbido de las mañanas, le recuerda dónde está.
¡En un colegio!
Se contagia y casi vuelve a sentir esa energía recorriendo todo su ser. Ayer... ayer... no le sacaron. Pero bueno, hoy sí, hoy va a ser diferente. Hoy seguro que toca.
¡Y es que con él ha llegado la revolución a la escuela! ¡Con él los niños y niñas van a ser más listo que nunca, van a estar mejor preparados, van a ser más capaces y más... más... más todo!
Es motivador, atractivo, sencillo, indispensable ¡Es un ordenador personal!
Hoy sí, hoy ya sí. Fijo.
¡Sirve para aprender matemáticas, lengua...! ¡Sirve para jugar! ¡Y para programar! ¿Quién no va a necesitar programar cuando sea mayor?
Hoy seguro que sí toca informática. Sí, seguro, vamos.
Sus teclas de goma casi pueden sentir los dedos de los alumnos, que las aporrearán con cada instrucción de la profesora. Sus entradas jack pueden sentir ya las clavijas transmitiendo información al tubo del televisor. El plástico negro de su carcasa, los colores de su logotipo... todo está preparado para que los bytes entren y salgan y se produzca la magia.
Hoy sí.

Las sillas, al revés, sobre las mesas. Las persianas, bajadas y el último en salir apagó las luces. Las sombras devoran todo, y lo que antes era una clase llena de niños y niñas, charlando, gritando, corriendo e incluso aprendiendo, ahora es un remanso de paz que descansa hasta que el próximo llanto de la campana indique que ha comenzado un nuevo día.
Hoy... hoy no ha lo han sacado. No ha tocado informática. No recuerda cuándo fue la última vez que lo sacaron.
No recuerda que fue hace 22 años.
No lo recuerda porque tiene sólo 48 K. de memoria. No sabe, tampoco, que sobre él, en la balda de arriba, duerme con sus mismos sueños un IBM cuyo frío monitor de fósforo verde aún espera seguir con sus hojas de cálculo a medio hacer. No sabe, ninguno de los dos sabe, que fuera, el Pentium III que hoy ha enseñado a dividir a los muchachos, correrá su misma suerte cuando los portátiles que han llegado esta mañana terminen de estar listos.
Pero el Spectrum no sabe nada de eso. Sólo sabe lo básico y dormita en medio del silencio, y el silicio de su memoria, de sus circuitos, le trae ecos a su sueño y piensa:

10 REM Sleeping
20 PRINT “Mañana sera otro dia”
30 GO TO 20
run



4 comentarios:

  1. En provincias, por lo menos en los primeros 90's el uso de la informática en las aulas fue desastroso.
    Como siempre, por falta de medios (un ordenador cada 2 o 3 niños) y sobre todo por la orientación equivocada hacia la programación en ¡BASIC! o en ¡MS-DOS! que eran el futuro.
    No sé si seré capaz de expresarlo: ciertos enfoques educativos pretenden formar a los niños para "el futuro", y formar consiste en usar aparatos y técnicas; pero para tener soltura en ciertas técnicas es necesario dominar otras muchas.

    No te puedes enfrentar a la programación en en Spectrum 48K sin cierto nivel de mecanografía.
    Tienes que tener una memoria más que aceptable para recordar en qué tecla está cada orden, distinguir el modo K del E, del L, del G....
    Si no tienes idea de matemáticas, mal te puedes enfrentar a cualquier tarea de computación.

    Así que siempre me dio la sensación de que lo que se centraban era en enseñarnos a manejar un aparato, de la misma manera que nos hubieran dicho que teníamos que aprender a lavar la ropa con una marca determinada.

    Y luego están las clásicas paradojas, ¿hay que tener cierta coordinación muscular para aprender a escribir?¿al aprender a escribir se mejora la coordinación? ¿educar es estimular?¿conducir?¿restringir?¿de verdad un niño de 12 años necesita saber manejar un ordenador?¿qué es manejar un ordenador?

    El proceso educativo es tan poco secuencial y necesita tanta realimentación (en sentido clásico) , cuanto mejor lees más aprendes a leer... si lees y comprendes bien accedes a otros conocimiento....

    Por lo menos a mí, me hicieron perder el tiempo con la informática en los 90's.

    --
    a) A mi también me despiertan mucha nostalgia mis viejos aparatos, no en plan "Rosebuud", más en plan "Como se pasa la vida, tan callando...".
    b) ¿Los colegios zumban?
    c) En el spectrum 48k no se podían escribir acentos, el +2 ya no me acuerdo; creo que tampoco.
    d) No te animo, que te creces.
    e) Pero muy bien.


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    1. Gracias, marcos, por tu tiempo. ¡Tus comentarios son muy acertados y no podría estar más de acuerdo! Gracias, además, por hacerme notar lo de las tildes...Hablando de lo cual... ¿había "ñ"? En el +2 fijo que de un modo u otro había, que me acuerdo de cuando usaba el "P.A.W." pero del 48k. sé que estaba la tilde ˜, pero no sé si se podía poner a la n...

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    2. Vaya par de genios del pensamiento y la comunicación (y me importa un bledo si os lo creéis ¡peor para vosotros!). Tu texto, Pedro, es muy emotivo y evocador (he sentido el tacto gomoso del teclado -mientras jugaba al Spy Hunter-) y no por ello carente de la imprescindible visión crítica. Tu comentario, Marcos, plantea con certera lucidez algunos de los puntos clave de la enseñanza de la informática (y de la enseñanza en general) que, me temo, están aún vigentes. Me encantaría poder aportar algo, pero tendré que conformarme, una vez más, con admiraros publicamente, ya que, a pesar de no tener nada que decir, no puedo estarme callada. Si fuera un cuchillo, no cortaría...

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  2. Aun cuando creas que no aportas, siempre son bienvenidas tus palabras. Gracias, Ana.

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