martes

Ventajas de la convivencia escolar.

¿Quién quiere que esto siga pasando? ¿Quién cree que lo que muestra esta imagen es justo, necesario o inevitable?
Imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Wikibully.jpg

"No man is an island", escribió Jhon Donne. Convivir es algo consustancial al ser humano. Y en la escuela, como en la vida, se trata de algo fundamental. ¿Cómo en un entramado tan rico de interacciones personales constantes que es una escuela no se iba a tener presente?

Pero es hora de explicitarla más. Es hora de poner el foco en ella. Nuestra sociedad está cambiando. Y no podemos pretender alcanzar las cotas de éxitos que ambicionamos y merecemos si no es en un clima de paz, cordialidad, respeto, comprensión y cooperación.

Estos últimos años venía yo notando un exceso de celo en la obtención de notas, de la calidad educativa, de hacer listas, ránkings, donde la tónica eran las notas. Y me preguntaba, no como alumno, no como maestro, sino como miembro de esta sociedad, como ser humano incluso... ¿De qué me sirve un colegio donde todos saquen "dieces" si no son buenas personas? ¿Quiero que alguien sepa mucho de Álgebra y de Filosofía y trate mal a la gente a su alrededor?

No tiene sentido alguno.

Es hora de que explicitemos algo que la escuela siempre ha querido: crear individuos ¡seres humanos! que convivan en una sociedad plural, armónica, justa y pacífica.

Imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_image_is_a_stop_sign_with_the_words_stop_bullying_2014-02-18_21-03.jpg

Gracias por haber leído hasta aquí. Permitid que comparta ahora un pequeño texto que suelo leer con mis alumnos y alumnas en clase siempre como preámbulo de algún debate referido al tema:

Todos los días aprendo algo nuevo.

En el colegio, todos los días aprendo algo nuevo. Hoy, por ejemplo, he aprendido que la tierra tiene movimiento de rotación y movimiento de traslación, que los artículos pueden ser determinados o indeterminados y ¡en deporte nos han enseñado a hacer llaves de judo!
Pero lo más importante lo he aprendido en el recreo: Pablo no estaba jugando con nadie y estaba como a punto de llorar. Al principio no quería contarme lo que le pasaba, pero luego me ha dicho que nadie quería jugar con él y le insultan porque es un torpe. Y eso le dolía mucho porque él no es malo jugando adrede, es que es algo que no puede evitar.

Durante un momento he pensado en cómo me sentiría yo en su lugar y ¡no ha sido agradable! Entonces me he dado cuenta de que más importante que ganar los partidos en el recreo es no hacer daño a la gente. ¿De qué me sirve que mi equipo gane si hay gente que no se divierte y se siente rechazada? ¿De qué me sirve sentirme ganador si hay gente que se siente triste y sola? Entonces Pablo y yo hemos empezado a jugar a pillarnos y enseguida, más niños han querido jugar con nosotros al ver que nos reíamos tanto.

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